CONTINÚA EN AUMENTO EL CAUDAL DE LA RED HÍDRICA DE ROCHA
Desde la secretaría de comunicación de la Intendencia Departamental de Rocha, se alerta mediante un comunicado, sobre la grave situación que atraviesa el departamento a raíz de las tormentas que se producen sin descanso, desde hace varios días.
Llueve más en la zona atlántica que en la zona de sierra.
Una incesante cadena de grandes núcleos nubosos cruzan desde el oeste-suroeste e ingresan al mar desde la mañana de hoy. Descargan lluvia y electricidad.
La red vial costera sigue sufriendo el mayor impacto con más destrozos. En doce comunidades costeras, comenzando desde el sur por la Ciudad de La Paloma, aumentan el daño por caudales salidos de pinares y cañadas del entorno. Las doce comunidades entre La Paloma y Barra del Chuy a lo largo de más de 180 kilómetros de costa atlántica, en todos los casos no reportan mayores daños en la propiedad privada. La ausencia de vientos
hasta ahora ha sido factor determinante para la disminución de daños mayores también a la propiedad pública.
La zona atlántica es la más castigada por las aguas que siguen erosionando de manera continua la red de pluviales y el pavimento.
En las áreas de sierras al oeste de la capital departamental Rocha, al oeste y sur de la ciudad de Lascano y al sur de la ciudad de Chuy, donde los aguaceros son esporádicos de 3 o cuatro episodios en el día, ya han derivado en arremetidas caudalosas en el Cebollatí y el San Luis.
Ambos ríos “se van saliendo de madre”. El primero, el Río Cebollatí, luego de la “loma de Averías” y con avances paulatinos y retrocesos que acompañan, lo que ha facilitado el alejamiento de las aguas en el cauce de mayor cajón: sus últimos 45 kilómetros hasta la desembocadura en la Laguna Merin.
La Laguna, con viento del sur y suroeste en esta última tarde, corre sus aguas hacia el lado brasileño de Santa Vitoria do Palmar,
favoreciendo la entrada de las aguas del Cebollatí que corren muy rápido.
Pueblo Cebollatí, con 1.600 habitantes, mira crecer el río que llega a 80 metros de la primera casita suburbana. Allí no llueve desde antes de ayer y hoy tampoco lo ha hecho.
El otro río, el Río San Luis, con profundidades que llegan a los 17 metros, sigue tomando todas las aguas que vienen de las Sierras de Los Ajos y toda la cuenca del Alférez y el India Muerta y sus vertientes superiores.
Allí las aguas bajan caudalosas por todos los cauces, se salen de los montes ribereños y buscan otros espacios en “el gran plato llano” que termina en San Luis (Pueblo de 900 habitantes, entre la Ruta 19 y la Gran Ronda que lo resguarda de las inundaciones). Estas aguas son las menos predecibles en su creciente dadas las obras civiles de rondas, canales y muros que los arroceros y ganaderos de la zona han hecho durante años.
Entre Pueblo Barrancas y Pueblo San Luis es donde se presta mayor atención dada lo errático del comportamiento de las aguas cuando crecen, aunque ahora lo hacen moderadas y previsibles.
Lo que suceda en estas horas con lluvias importantes de más de 50 mm, QUE NO HAN OCURRIDO HOY VIERNES, en las sierras del Centro del Departamento de Rocha, será decisivo.
La Presa “INDIA MUERTA” está al máximo de contención de agua, ya funciona su vertedero para evacuar lo que no puede contener en el Lago, lo que marca un elemento de complicación para todas las chacras del Complejo Arrocero-ganadero que regula.
Todos los cauces aguas abajo están despejados y funcionando.
En Quebracho, 30 Bocas, Estero de Pelotas y toda la cuenca baja, los arroceros han levantado más altos los muros de sus rondas para evitar la inundación que puede alcanzarles.
Hasta esta mañana allí sólo había dos chacras con complicaciones, en una zona que abarca 370 mil hectáreas.
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