29 de agosto de 2014

Para subir al Aconcagua y se entrenan en playas de Rocha

Un grupo de uruguayos se decidió a subir el Aconcagua, la cumbre más alta del mundo por fuera de las del Himalaya. Lo harán durante el próximo verano con guías especializados en EE.UU. y Chile. Por ahora, el equipo se entrena en cerros y playas rochenses.

Cada año entre 6.000 y 7.000 personas intentan llegar a la cima del Aconcagua. Muchos lo logran, otros quedan en el camino y vuelven a prepararse para el año siguiente.

Si bien algunos uruguayos han alcanzado la cumbre más alta de América Latina, ahora se prepara la primera ascensión de un equipo conformado por 12 uruguayos. Para ello cuentan con el maragato Rodrigo Chabalgoity, un instructor especializado que desde hace cinco años se dedica profesionalmente al montañismo.

La idea es alcanzar el pico en unos 20 días de extenuante caminata por la montaña, según explicó a El País Raúl Vernengo, uno de los organizadores de la excursión.

"Muchos uruguayos han subido el Aconcagua, y unos cuantos más lo hacen cada año, pero siempre es como parte de expediciones internacionales, o en modalidad turística, contratando los servicios del ascenso con alguna de las muchas empresas que se dedican a organizar este tipo de excursiones", explicó Vernengo. Las empresas especializadas en la subida se ocupan de resolver "casi todos los problemas prácticos de una expedición; por ejemplo los campamentos, el acarreo de comida, los guías y los primeros auxilios de montaña", señaló.

Vernengo y un grupo de amigos comenzaron a interesarse por el andinismo a partir de su amistad con Chabalgoity. Desde hace cinco años el maragato está instalado en Coyhaique, una ciudad localizada en medio de la Patagonia chilena. Desde allí organiza excursiones a las montañas con turistas y aficionados al montañismo.

Al equipo se sumó Juan Fernández, un montevideano del barrio Sayago que también se dedica al montañismo. El grupo está conformado por uruguayos de distintas profesiones: hay estudiantes universitarios, un herrero, un escribano y un bombero, entre otros.

 

Para que la expedición alcance el éxito se deben realizar varias etapas de preparación. "La condición física es algo importante pero no es algo definitorio; lo más valioso es el grupo humano. Si el equipo no se lleva bien no podrá llegar", explicó Vernengo.

Preparación.

A falta de montañas, los uruguayos se entrenan en la sierra de las Ánimas, en el límite entre Maldonado y Lavalleja. Además, han organizado caminatas por las playas de Rocha. En la última salida cubrieron 40 kilómetros en un fin de semana. También se probaron en ascensos al Pan de Azúcar, caminatas desde el "Hilo de la vida" hasta Aguas Blancas, en Lavalleja, o recorridas por la Quebrada de los Cuervos, en Treinta y Tres.

"Hay que aprender a caminar durante horas con la mochila cargada, no se carga de cualquier forma", dijo el montañista. Algunos integrantes del grupo han participado de experiencias de ascensión en montañas de Argentina y Chile.

En febrero pasado Vernengo participó de un curso de 15 días con un instructor estadounidense y otro chileno, junto a nueve alumnos chilenos. La expedición fue organizada por la filial en la Patagonia chilena de la National Outdoor Leadership School (NOLS). El equipo acordó que el ascenso se realizará en la modalidad leave no trace (no deje rastro) por lo que procurarán no dejar residuos durante el ascenso ni en los campamentos. Hay muchas formas de llegar a la cúspide de 6.962 metros sobre el nivel del mar. Una de ellas es conocida como "Glaciar de los Polacos", una ruta que implica escaladas por lugares de mucho peligro. Los uruguayos eligieron subir por la pared noroeste de la montaña que es la de menor dificultad técnica.

 

Funete: El País Digital


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