Implicaron al PIT-CNT en supuesta estafa sufrida por empresaria de La Paloma

LPH / En base a El País digital

R.CH.M., y M.D. son las iniciales de dos de los supuestos gestores del Plan de Viviendas Sindical del Pit-Cnt que fueron denunciados penalmente por Susana Nicodella, una reconocida empresaria de La Paloma, propietaria de Barraca Colón y de larga trayectoria en el rubro de la construcción.

R.CH.M, está en cama, postrado debido a un grave estado de salud, y fue indagado ayer en su casa. Allí, ante la Jueza Graciela Eustachio, según concita la edición digital del Diario el País, dijo que “el encargado del plan de vivienda sindical, Eduardo Burgos, fue su socio y que tuvo el aval del Pit-Cnt durante las negociaciones con los privados que lo denunciaron. Luego, también admitió haber pedido  dinero a los empresarios que nunca fue devuelto.”

La audiencia tuvo lugar en la casa de R.CH.M – ya que se encuentra gravemente enfermo – y permaneció acostado en la cama, con una vía conectada a su brazo a través de la cual recibe diálisis. El gestor fue conciso y claro al responder algunas de las preguntas de la jueza Eustachio. Dijo por ejemplo, que en todo momento tuvo el aval del Pit-Cnt para actuar junto a M.D. como intermediario frente a particulares y empresas para que participaran de la construcción de las viviendas sindicales.

Es importante señalar, además, que el indagado y su socio están acusados en otras tres denuncias penales por, presuntamente, pedir cheques —para la compra de terrenos— a cuenta de las futuras ganancias por la construcción de las viviendas que estaban en condiciones de otorgar gracias a los contratos firmados con el Pit-Cnt. Sin embargo, nunca concretaron los negocios ni adquirieron los terrenos: descontaron los cheques con prestamistas y utilizaron el dinero en provecho propio.

Las disculpas del caso…

Interrogado específicamente sobre el caso de la empresaria de Rocha, Susana Nicodella, quien denunció haber sido estafada en 300 mil dólares, R.CH.M. admitió que recibió los cheques, dejó entrever, aunque sin ser tajante, que terminaron en manos de prestamistas y reconoció que nunca se adquirieron los terrenos para los que el dinero debió ser destinado. Al terminar la audiencia, el gestor le pidió disculpas a la denunciante.