7 de agosto de 2017

“Vampirizo todo lo que vivo”

El pasado viernes 28 de julio, en la sede de la Fundación Tomás Eloy Martínez de Buenos Aires, se presentó el libro Menú de Guerra, de Julio César Guianze, de la editorial uruguaya Irrupciones. El público colmó la sala principal de la institución. Estuvieron a cargo del evento el director de la editorial, Gabriel Sosa y la crítica de arte Eugenia Viña. La obra fue escrita en La Pedrera, Rocha, donde vive el autor desde hace más de 6 años.

Sebastián López Silva

 

“La escritura de Guianze tiene cuerpo, es orgánica, transpira, se puede oler y tocar. Los personajes de sus cuentos hablan de la importancia de las ausencias, de las fallas, son como bombitas hechas con palabras filosas que hablan de la guerra, no la guerra como estrategia política o como construcción social, sino la guerra diaria, pequeña y enorme que libramos todos los días con nosotros mismos, con nuestras parejas, con el dinero, con la sexualidad y donde no hay ganadores ni perdedores.” Con esta palabras, la crítica de arte y editora Eugenia Viña abrió la presentación del libro Menú de Guerra, de Julio César Guianze (Montevideo 19699), que acaba de publicar la editorial uruguaya Irrupciones.

Originalidad y resistencia

Más adelante, y para distinguir un aspecto fundamental que observa en la escritura de Guianze, Viña citó a Gilles Deleuze, quien escribió Deseo y Placer en homenaje a su amigo Michel Foucault a 10 años de su muerte. “Allí – dijo Viña -Deleuze afirma que el espacio del deseo y el placer nos permite no solo ser originales y singulares –como los personajes de los cuentos de Guianze – sino además constituyen un espacio de resistencia política. Política en el sentido más profundo. Y para mí, Menú de Guerra está lleno de esa originalidad y de esa resistencia a través de esos seres tremendos, adorables y únicos.”

Viña, que prologa el libro y además fue la editora de estos cuentos, dijo que lo que sintió desde el comienzo con Julio Guianze es que “había tomado una decisión de vida importante, porque dejó su carrera de comunicador político para dedicarse a la literatura. Sentí que había una gran pasión: pasión por crear, pasión por escribir.” Guianze dejó Buenos Aires hace 6 años para vivir con su familia en La Pedrera, Rocha, donde residen durante el año apenas unos 300 habitantes.

Antes, Eugena Viña, que escribe habitualmente en el suplemento de Cultura Radar del diario porteño Página 12, había tenido un párrafo aparte para agradecer a la fundación Tomás Eloy Martínez por brindar su espacio para la presentación del libro: último evento que se realizará en dicha sede, ya que la Institución se trasladará a otra zona de la capital argentina.

 

No pretende subirse a ninguna tradición

Seguidamente, Gabriel Sosa, director de Irrupciones Grupo Editor, una editorial independiente uruguaya que publicó a nombres ilustres de la literatura tales como Mario Levrero, Elvio Gandolfo, Felipe Poleri y Carlos María Domínguez, entre otros, dijo: “Lo que me atrapó del libro de Guianze es que no se aferra a ningún autor. A él no le importa aferrarse a nadie. No pretende subirse a ninguna tradición. Hay muchos autores que se suben a otros autores consagrados por la academia y dialogan con personajes de libros reconocidos. Guianze no se sube a los hombros de nadie ni recurre a referentes, aunque los tenga. Eso me fue lo que me motivó del libro, aparte de la calidad que ya señaló Viña y más allá del diálogo entre los propios cuentos, éste es ya un mérito por demás suficiente para que se lo publique, se lo lea y se lo aplauda.”- afirmó Sosa.

 

Arrebato y recuperación

El siguiente en tomar la palabra fue el autor del libro. Guianze agradeció a distintas personas y, entre otras cosas, se refirió al método de creación.

“Los rusos tienen una palabra que designa el arrebato, la imagen repentina que estalla en el cerebro y nos conmueve. Esa palabra es vostorg. En mi experiencia consiste en una imagen o una escena quieta que se forma dentro de mí. Después, viene la recuperación, lo que Nabokov llama vdoknovemnie. Que es el esfuerzo por poner esa imagen en el tiempo: relatarla; moverla para traerla al mundo: escribir. En ese proceso de recuperación yo recurro entre otras cosas a una especie de “banco de sangre” que tengo en decenas de libretas y cuadernos. ¿Por qué digo que es sangre? - se preguntó Guianze- Porque yo siento que vampirizo lo que vivo. Y lo que vivo no lo constituyen solamente las situaciones que me tienen como participante, sino lo que sueño, lo que escucho, lo que pienso, lo que me cuentan, lo que quiero, lo que no sé, lo que me falta… Nunca dejo de escribir, porque en realidad, todo el tiempo, o casi, estoy extrayendo sangre de la vida.”

 

Menú de Guerra (cuentos)

Julio César Guianze Irrupciones Grupo Editor - 150 página. $ 350.-

 

 


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FELICITACIONES!!!
EXCELENTE QUIEO UNO!!!
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