Monte nativo: hay una ley que lo ampara
Coendu para La Paloma Hoy
Quizás no lo sepamos, pero la tala de monte nativo o “monte indígena”, como lo llama la Ley Forestal Nº 15.939, está prohibida, salvo muy contadas excepciones. Solo se permite la “corta” si el producto se destina a uso doméstico o alambrado del establecimiento, o si el propietario registra el monte y obtiene autorización del MGAP mediante un informe técnico que justifique las causas y presente un plan de explotación que asegure la preservación. Además, al transportar más de 1.500 kg. se debe contar con guías de tránsito. Por otro lado, las barracas o acopiadores deben registrarse en el MGAP, presentar declaraciones juradas de sus existencias y conservar las guías de la leña que ofrecen.
Las multas por infringir estos requisitos pueden llegar a US$12.500 por hectárea afectada y en ciertos casos se deben publicar las sanciones y reponer las especies destruidas.
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Foto Ana Martínez
Entonces, en teoría, parecería difícil afectar al monte nativo para comercializar su leña o madera. Pero, lamentablemente, la realidad es que el MGAP cuenta con muy pocos recursos para fiscalizar el cumplimiento por lo que permanentemente ocurren todo tipo de ilícitos, desde tala de monte no autorizado, hasta el transporte sin guías o las mismas guías utilizadas reiteradas veces, venta en comercios que no cumplen ningún requisito y mucho más.
También se tala monte nativo disperso o “bosquetes” que, por no considerarse bosques, no son protegidos; se compra leña a monteadores o vendedores particulares que eluden la normativa; o se transporta leña en cantidades menores a 1500 kg que no requieren guía. También la tala selectiva de especies con mayor valor comercial, como por ejemplo el coronilla (Scutia buxifolia), empobrece los montes y lo privan de los mejores ejemplares.
En nuestro país según diversos estudios la afectación por tala fue mucho mayor antiguamente, donde se talaron grandes superficies para combustible, si bien esta disminuyó a partir de fines de los 90 aún hoy siguen ocurriendo eventos de corta, por lo cual el monte nativo sigue sufriendo una seria afectación por ese motivo, a pesar de las opiniones de los sectores económicamente interesados que divulgan lo contrario.
Un análisis reciente del Proyecto REDD+, en el marco del propio MGAP, concluye que en el escenario más conservador el 96% de la leña o madera de monte consumida no ha sido objeto de ningún control por alguna de las razones mencionadas. También releva la gran incidencia del uso de leña por fuera de la ley en restaurantes y parrilladas. Incluso actualmente un programa televisivo con alto índice de audiencia promueve y aplaude la utilización de monte nativo para asar. Esto representa un gran problema ya que, sin saberlo, estaríamos consumiendo hermosos coronillas, talas, arrayanes, blanquillos y palos de fierro que han requerido decenas y cientos de años en crecer y formar un monte complejo y nos brindan tantos servicios ecosistémicos esenciales para nuestra supervivencia y la de muchas especies.
¿Qué hacer al respecto? La solución está en manos de cada uno de nosotros. Podemos recurrir a especies exóticas que dan excelente leña y madera, como el eucaliptus y la acacia y no consumir leña de monte y así contribuir a preservarlo. Si salimos, podemos consultar por la leña con la que asan nuestra comida y hacer saber nuestra opinión. Además, si detectamos o sospechamos de algún ilícito, podemos consultar o denunciar, incluso en forma anónima, en persona, por teléfono o correo electrónico, en todo el país: https://www.gub.uy/tramites/denuncia-corta-bosque-nativo
PROTEJÁMONOS PROTEGIENDO NUESTRO MONTE NATIVO
Melina
Excelente artículo!