Que no se te rompa la lamparita
Para lograr estos niveles de eficiencia y duración contienen mercurio, un metal tóxico que puede causar enfermedades neurológicas. Pero en la actualidad es científica y técnicamente imposible fabricar lámparas de bajo consumo sin mercurio.
Si las lámparas se rompen o son desechadas de forma inadecuada, liberan pequeñas cantidades de mercurio en forma de vapor.
Las principales agencias de protección ambiental sostienen que, si se siguen unas recomendaciones básicas, es muy poco probable que una lámpara rota suponga algún tipo de riesgo para la salud de las personas.
La Dirección Nacional de Medio Ambiente y UTE recomiendan abrir las ventanas y abandonar la habitación durante 15 minutos, limpiar las superficies con un paño húmedo y desechar la ropa si estuvo en contacto directo con el vidrio roto, entre otras recomendaciones.
Judith Torres, directora del Departamento de Sustancias Peligrosas de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, dijo a 180 Ciencia que “las lámparas no generan ningún peligro a la población en tanto no se rompan. Si se rompen hay que ventilar el ambiente y tomar los cuidados necesarios. De esta forma la afectación será momentánea”.
Torres explicó que debe evitarse la exposición continua al mercurio. “La afectación más importante al ser humano es a través de la ingesta de mercurio como metilmercurio. Cuando este metal llega al ambiente, contamina el agua y el suelo. Como es persistente puede llegar al ser humano a través de los alimentos”, dijo Torres.
La cantidad de mercurio fue disminuyendo de los 40 miligramos por lámpara cuando recién salieron al mercado a 5 mg en la actualidad. Una directiva de la Unión Europea sobre restricción de sustancias peligrosas limitó aún más la cantidad de mercurio a 2.5 mg para todas las lámparas menores de 30 watts que se fabricaran después del 31 de diciembre de 2012.
A modo de comparación, un termómetro clínico contiene hasta 1.200 mg de mercurio, el equivalente a 240 lámparas.
Las lámparas que UTE está entregando como forma de incentivar el uso eficiente de la energía -dos por cliente residencial, dos millones en total- contienen entre 0.4 y 1.3 miligramos de mercurio, según la marca, informó la empresa.
En Uruguay el 66% de las lámparas en uso son incandescentes, 23% de bajo consumo, 8% tubos de luz y 3% de otro tipo, según un relevamiento realizado por el Proyecto de Manejo Responsable de Productos con Mercurio de la Dirección Nacional de Medio Ambiente y de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
Las lámparas ocupan el séptimo lugar entre los principales emisores de mercurio en nuestro país, liberándose en máximo de 45.8 kilos de mercurio por año.
La inmensa mayoría, el 99% de las lámparas, se tiran en vertederos municipales. Menos del 1% son tratadas adecuadamente para evitar la liberación del mercurio al ambiente.
UTE declara en un informe que “existe un vacío legal en la reglamentación nacional y municipal sobre la disposición final de desechos con componentes de mercurio”, pero estima que en corto plazo “Uruguay contará con una solución definitiva para la disposición final de lámparas de bajo consumo”.
El sistema que se está buscando implementar comprende: recepción de lámparas usadas en puntos definidos (como grandes locales comerciales), triturado de las lámparas, recuperación de los materiales (vidrio, plástico, metales y polvo con mercurio) y exportación del mercurio para su almacenamiento seguro en Estados Unidos o la Unión Europea.
Los programas de recolección de lámparas usadas más exitosos en el mundo lograron recolectar apenas el 30% de las lámparas luego de ocho años de campañas de sensibilización.
Las lámparas incandescentes tienen sus días contados.
A nivel mundial se están sustituyendo las lámparas incandescentes por las lámparas de bajo consumo. Los países de la Unión Europea dejaron de fabricar lámparas incandescentes en setiembre de 2012. Brasil prohibirá la fabricación de lámparas incandescentes de 60, 75 y 100 watts a partir del 30 de junio de 2013, y quedarán totalmente prohibidas en 2017.
Fuente: 180ciencia.com.uy
Casio
Con razón mandaron millones de lamparitas para acá; para los que experimentamos con las cosas del primer mundo, como la marihuana.