Por Tabs Aramayo Rada, especial para La Paloma Hoy / [email protected] //  

¿Por qué es importante el compost? El compost es abono 100% orgánico que viene de la descomposición de materia orgánica y que ocurre cotidianamente en la naturaleza con la intervención de microorganismos. Este proceso se da para mejorar continuamente el suelo,  mantener su fertilidad y lo utilizaremos para ayudar a nuestra huerta. Lo realizaremos en casa a partir de:

• Los residuos de fruta y verdura.
• Podas de árboles y pasto.
• Papel y cartón (sin tinta impresa).
• Otro residuo orgánico muy frecuente en los hogares son las cenizas de la estufa y de la parrilla, no las desperdicien, pueden guardarlas en bolsas y más adelante estaremos explicando sus usos en la huerta y jardín.

En casa comemos alimentos cotidianamente, comenzamos en la mañana desayunando tal vez un café con leche, o un mate para arrancar, y en el transcurso del día vamos proporcionando proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales a nuestros cuerpos.

Todos los residuos que tengamos en casa darán ciertas características a nuestro compost, esto es un buen ejercicio para ver qué es lo que comemos en casa y qué nutrientes estamos aportando a nuestro organismo. Mientras más residuos de frutas y verduras y mientras más variados sean, significa que tu familia tiene una dieta sana y completa. Para medir mejor este anterior punto, es interesante comparar la cantidad de plásticos (residuos inorgánicos) que generamos versus la cantidad de materia orgánica.

No se preocupen, el realizar compostaje no genera olores apestosos ni atrae plagas, solamente debemos tener ciertas precauciones.

Lo primero es tener un recipiente con tapa para acumular los residuos de frutas y verduras (un basurero especial que utilizaremos exclusivamente para estos residuos). Cuando se llene, lo vaciaremos en un lugar en el fondo de casa, o en un contenedor, si es que vivimos en departamento.

Existen muchos sistemas para realizar el compostaje, aquí les explicaré el más sencillo para poder entender el principio del mismo. Este es el compostaje en montón para realizar en el fondo de casa; y el compostaje en contenedor si es que no contamos con espacio de jardín.

El lugar donde hagamos el compostaje debe estar protegido de vientos y del sol excesivo. Según los tipos de residuos que tengamos, es importante combinar los residuos frescos que son ricos en nitrógeno, con las hierbas secas, papeles y ramas que son ricos en carbono. Si en su entorno cuentan con estiércol de vaca, caballo, conejo, o cualquier animal de granja (ecológica), es bueno agregarlo a nuestro sistema de compostaje.

El montón donde iremos acumulando los residuos debe tener 1m³, de 0.5 a 1.50m a cada lado, y no más de 1.60m de alto. Esto es importante, porque el compostaje se da gracias a la acción de bacterias, hongos, protozooarios y otros animales que fermentan los residuos, generando altas temperaturas (35-60°C). Generalmente en el compostaje en casas, esta elevación de temperatura no se da tan abruptamente por las cantidades de residuos orgánicos y la falta de estiércol, así que no se preocupen si es que su compost no genera tanto calor.

El compost siempre debe estar aireado y húmedo (piensen en el suelo de las plantas, ni encharcado, ni reseco. Si es necesario deberán regarlo), para esto intercalaremos capas de ramas y materiales gruesos, con los residuos de frutas y verduras. Si es posible, cada 15 días, lo volcaremos para mejorar la aireación. No debe generarse malos olores, de ser así, debemos airearlo más y controlar el exceso de humedad.

Para el compostaje en contenedor podemos utilizar una caja hecha con tablas de madera, o algún recipiente de plástico sin tapa ni fondo, y con agujeros alrededor. Las bases del proceso son los mismos.

Aproximadamente a los 3 meses el compost estará listo, deberá lucir como tierra y no tener residuos visibles. El lapso aconsejable para utilizarlo es de 1 año; ya que luego de ese tiempo perderá sus propiedades para mejorar el suelo.

Si es imposible hacer el compostaje en casa, que eso no los limite para separar sus residuos, esto es siempre valioso. Por ejemplo, en la ciudad de La Paloma existe una planta de compostaje, iniciativa de ciudadanos, con apoyo de la alcaldía, donde pueden llevar sus residuos.

Ahora, continuamos con el segundo grupo de cultivos para esta temporada, el día de hoy les presentaremos a la Rúcula, codiciada en la pizza; el Apio refrescante en cualquier ensalada; y el Ajo, excelente para la circulación sanguinea.

Rúcula (Eruca vesicaria): con su toque amostazado al comerla, este cultivo mediterráneo nos ha conquistado rápidamente en esta región. La recomiendo a huerteros principiantes, es un excelente cultivo para agarrarle la mano. En un lapso de 50 días ya tenemos hojas para cosechar, y lo único que tenemos que cuidar es no cortar el crecimiento apical (éste se encuentra en el centro de la planta, donde van naciendo las nuevas hojitas). Es amiga de todos los cultivos, excepto de las coles, nabos y rabanitos. Su suelo debe estar siempre húmedo.

Sus beneficios para nuestra salud son múltiples, ayuda a regular el sueño, es agente anti cancerígeno, y antioxidante, lo cual evita el envejecimiento.

Apio (Apium graveolens): es un cultivo que dura varios años en el huerto. Se pueden comer sus hojas y también los tallos. Lo único a considerar son los riegos, le gusta estar en suelos con mucha humedad, así que si tienen un lugar específico donde sepan que se acumula mayor humedad, elijan éste para el apio. Al ser un cultivo que tendrá que convivir con otras especies en otoño-invierno y también en verano, debemos tener en cuenta que se lleva bien con la acelga, coles, nabo, lechuga, y tomate. Tengan cuidado de apartarlo de la zanahoria, papa y maíz.

Sus propiedades nutricionales son abundantes, es diurético; por su alto contenido en fibra ayuda a nuestra digestión; y regula la presión arterial.

Ajo (Allium sativus): para plantar ajos, lo más conveniente es colocar un diente de ajo directamente en el suelo. Éste engordará, y dará una nueva cabeza de ajo. Tengan cuidado, porque no todas las cabezas de ajo que compramos en las verdulerías dan nuevos gajos, en la región los ajos uruguayos y brasileros son confiables, pero no se les ocurra comprar ajos chinos con este fin. El ajo como cultivo tiene una duración de 6 meses y no le gusta mucho la humedad, así que ubíquenlos lejos de los apios, en tierras sueltas. Saquen un diente de ajo (sin pelarlo) y entierren solamente la base (no todo el ajo) y verán que en un par de días ya estarán enraizados. Se lleva bien con la cebolla, frutilla, lechuga y puerro; y no lo pongan junto al brócoli ni coles.

El ajo es uno de los alimentos primordiales para conservar una buena salud, pero para gozar de sus múltiples beneficios es muy importante consumirlo crudo. Así que tomen en cuenta esto al momento de pensar en preparar una comida. Una de las mejores formas es picarlo en una ensalada o en el chimichurri. Entre sus bondades, es un antibiótico natural, mejora la circulación sanguínea, controla el colesterol, combate la hipertensión y es anti cancerígeno.

Espero que la descripción de los distintos cultivos ayude a mejorar y conservar su buena alimentación.

La siguiente semana seguiremos con el resto de las especies que nos acompañarán en este otoño-invierno.

Si te perdiste alguna parte, quí está los links para que no te pierdas nada sobre cómo armar tu huerta

Parte 1: "¿Por dónde empezar?"

Parte 2: "Preparándonos para platar"

Parte 3: "Conociendo e interactuando con el suelo"

Parte 4: "¡Llega la hora de plantar!"

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