Esta semana les presentamos a la Lechuga, base de las ensaladas; Perejil, sazonador infaltable; Cebolla, culinariamente versátil; Coliflor, excelente para este invierno; Nabo, para el puchero; y Espinaca, la gran proveedora de hierro.

Lechuga (Lactuca sativa): este cultivo es muy fácil de cultivar en otoño-invierno, ya que en verano tiende a espigar (florecer y semillar) y deja de producir hojas. Tiene un ciclo corto, así que podemos aprovechar varios cortes. Debemos ser cuidadosos con los riegos, el exceso de éstos nos traerá plagas y la falta de agua generará hojas amargas que no serán apetitosas para nuestra familia. Durante su desarrollo conviene ir agregando capas finas de compost para darle más nutrientes a las plantas. La lechuga estará lista cuando tenga mínimo unas 15 hojas, pueden ir cortando las hojas de afuera hacia adentro, o cortar toda la planta si es que harán una gran ensalada.

Se lleva  bien con la cebolla, espinaca haba, nabo y zanahoria. No ponerlo junto al apio ni perejil.

Aunque más del 90% de la lechuga es agua, esta planta es rica en hierro y hacer una infusión con sus hojas nos ayuda a relajarnos. Aporta a la buena digestión y por su contenido en potasio mejora nuestros músculos.

Perejil (Petroselinum crispum): con tan sólo 3 o 4 plantas podremos tener nuestros platillos bien sazonados. Debemos tener cuidado con los suelos muy arcillosos y ácidos, así que el compost debe estar bien descompuesto cuando sea agregado al preparar su lugar en la huerta. A los 3 meses ya podremos cosechar las hojas, pero incluso antes, cuando son tiernas. Si no alcanzamos a consumirlas todas, es importante cortarlas igualmente para que la planta siga dando hojas y no pase a florecer.

Le gusta la zanahoria y cebolla, pero no es amigo de la lechuga.

Las hojas de perejil en infusión nos tonifican la piel y el cabello. Toda la planta contiene potasio en abundancia y es agente anti cancerígeno.

Cebolla (Allium cepa): para cultivar cebolla podemos hacerlo de raíz, o con las cebollas brotadas que no alcanzamos a consumir desde que las compramos en la verdulería. La cebolla más pedida en la región es la blanca, pero dense la oportunidad de probar otro tipo de cebollas que les darán distintos gustos a sus comidas. Cada cebolla rebrotada podrá dar hasta 4 nuevas plantas. A este cultivo no le gusta las tierras arcillosas y muy húmedas, por lo que no se debe regar en demasía y ojo con las lluvias constantes. Se deberán cosechar cuando casi todas las hojas estén secas (con color amarillento).

Es amigo del perejil, lechuga, puerro y zanahoria. Separarlo del coliflor, brócoli y haba.

En cuanto a nutrición, la cebolla es muy bondadosa, nos ayuda en la digestión y es diurética. Nos protege de enfermedades infecciosas y contiene mucho calcio y hierro.

Coliflor (Brassica oleracea var. Botrytis): el coliflor prefiere tierras sueltas y le gusta mucho el agua, así que no se olviden regarlas si es que las lluvias no son constantes. También es importante ir agregando bastante compost o bio fertilizantes porque es un cultivo altamente demandante. Al planificar su ubicación en la huerta, tengan en cuenta que su ciclo es de 6 meses aproximadamente, así que puede ser bueno asociarlo con cultivos que tengan ciclos más cortos como la lechuga y así aprovechar mejor el espacio.

Lo pueden juntar con el apio, lechugas y puerro; pero manténganlo alejado de la cebolla y ajo.

Esta planta nos proporciona vitamina C y mejora nuestro sistema inmunológico, básico para combatir infecciones en este invierno.

Nabo (Brassica rapa): Este cultivo es muy rústico, y bien aceptado para los pucheros invernales. Requiere riegos regulares y tierras frescas. En dos meses lo podremos aprovechar en la cocina. Es un cultivo muy sencillo y al ser una raíz solamente necesita que la tierra no esté apretada para que pueda engrosar. Los invito a probar también sus hojas, que son ricas y nutritivas.

Puede estar al lado de la lechuga, apio y zanahoria sin problema; sin embargo, no es recomendable ponerlo junto a los rábanos.

Nos aporta fibra para una buena digestión, yodo que regula la tiroides, y también es agente anti cancerígeno.

Espinaca (Spinacia oleracea): La espinaca es altamente nutritiva y muy fácil de cultivar, para huerteros principiantes es una buena opción para ir practicando. Tienen ciclos cortos que nos pueden dar hojas para todo el invierno, incluyendo la primavera, disfrutándolas tanto en ensaladas como en tartas o incluso puré. Solamente deben poner un poco de compost al sembrarlas y proveerles suficiente agua durante los 50 días de cultivo.

Es compañera del coliflor, brócoli, lechuga, nabo y apio. Lo único que le disgusta es la remolacha.

La espinaca tiene mayor cantidad de vitaminas y minerales a comparación de otras cultivos de hoja, rica en vitamina A y C que nos dan huesos fuertes, buena visión, y nos protegen de infecciones; y tiene acción antioxidante.

Con estos cultivos terminamos la sugerencia de especies para esta temporada; existen infinidad de otras plantas que también pueden agregar a su huerta, anímense, lo peor que puede pasar es que no tengan el mayor rendimiento esperado, pero al menos podrán disfrutan en su desarrollo y rescatar un aprendizaje. La próxima semana estaremos hablando de cómo llevar la huerta mientras ya tenemos los cultivos, desde bio fertilizantes caseros, hasta insecticidas. ¡Todo hecho por uno mismo!

Si te perdiste alguna parte, quí está los links para que no te pierdas nada sobre cómo armar tu huerta

Parte 1: "¿Por dónde empezar?"

Parte 2: "Preparándonos para platar"

Parte 3: "Conociendo e interactuando con el suelo"

Parte 4: "¡Llega la hora de plantar!"

Parte 5: "Compost, reflejo de tu entorno y alimentación"

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