Disculpeme pero ha ido a las h¡jornadas que organizan en La Paloma? Siempre se llenan los cupos, por suerte y gracias a esas campañas nos hemos ahorrado muchos problemas. Debería no menospreciar el trabajo voluntario de la gente para solcionar algo que detrás del teclado no se hace. Infórmese antes de dar esa errónea opinión Señor Machado.
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Alberto Machado MarchandAmiga Abelina: la invito que se dé una vueltita por Punta Rubia (si fuera posible, hágalo en moto o bicicleta, como lo suelo hacer yo) y se dará cuenta por Ud. misma del desastre que se vive en esa zona, ante la multiplicación de verdaderas jaurías de perros, atacando a las personas. De ningún modo he pretendido menospreciar el trabajo efectuado en las jornadas de castraciones realizadas en La Paloma; si no me expresé correctamente, me apresuro a disculparme. Lo que quise explicar es que por cada perro que se castra, nacen otros diez más, con lo cual dichos esfuerzos se ven minimizados. Esto se debe a la irresponsabilidad de mucha gente éste y demás balnearios, que tienen frente a sus casas, en plena calle y las 24 horas, no uno, sino tres, cuatro y hasta cinco perros, muchos en estado de abandono, los cuales están pésimamente alimentados y se tornan agresivos por la falta de contención y cuidados. Esa gente necesita medidas ejemplarizantes. Si se les sugiere castrarlos, se ríen y hasta se enojan. Allí se ha vuelto una especie de moda bajar a la costa con toda la perrada suelta, no solo molestando a los visitantes y lugareños (que tienen todo el derecho a salir a caminar tranquilos, sea invierno o verano), sino que dejan el reguero de mierda de perro en la playa, en una total falta de higiene y respeto hacia los demás. También están los otros, los callejeros, sin propietario, que también se multiplican sin control. Repito lo que escribí anteriormente: si persiste esta especie de impunidad y libertinaje, donde cada uno hace lo que quiere y si no se toman medidas drásticas de manera urgente, tendremos que seguir lamentando este tipo de desgracias, no solamente mordeduras y accidentes, sino también algún fallecimiento. Hay que gente que parece no comprender lo qué significa tenencia responsable. Pues bien, por las buenas o por las malas, deberán hacerse cargo de sus actos. Pero para eso necesitamos que las autoridades correspondientes actúen en consecuencia, dejando de lado años de desidia e inoperancia al respecto. Ojalá me equivoque, pero soy realista y veo así esta complicada situación.