Adriana Pugliese // LPH

“Episodio III La Paloma es un proyecto que vengo desarrollando hace un año y medio y consiste en varios episodios que son pensados como investigaciones con danza en el encuentro con diferentes comunidades. El objetivo es poner en contacto ciertos imaginarios y herramientas de la danza contemporánea con diferentes comunidades y contextos. En este caso, me interesaba trabajar en La Paloma con una población local y, particularmente, me importaba trabajar con adolescentes y articular el proyecto con espacios ya existentes, porque entendí, después de venir y estar en La Paloma, que valía más la pena potenciar cosas que ya estuvieran sucediendo, o proponer un proyecto dentro de un espacio ya existente que generar algo nuevo.” – así comienza a contarnos Lucía Naser los detalles de Episodio III La Paloma, un espectáculo de danza que forma parte de los proyectos apoyados por los Fondos Concursables del MEC y que consiste en que los mismos estudiantes del liceo de La Paloma vayan armando la obra junto a Lucía.

Cómo surgió

Lucía Naser es artista y socióloga, y vive entre La Paloma y Montevideo. Un día, se acercó a las autoridades del Liceo local para proponerles una idea: “Les dije que así como existe un coro del Liceo, sería muy positivo hacer una especie de elenco de danza del Liceo y proponerles a los chicos no tanto un taller de danza, sino que pasen por la experiencia de crear una obra de danza juntos. La dinámica no consistiría tanto en las clases, sino en ensayos con el objetivo de hacerlos participar de muchas de las decisiones y las preguntas que implican crear una obra para presentar al público.”

Los protagonistas

De la experiencia participa un grupo de entre 10 y 15 chiquilines, que van de los 12 a los 20 años de edad. Lucía cuenta que no se trata de algo obligatorio dentro del Liceo, que se desarrolla fuera del horario y que trabajan en el anexo de la institución. “A veces vienen unos, a veces, otros, va variando... Entendemos que por la edad y por el contexto de La Paloma hay que adecuarse a que a veces están todos y otras, no… para mí, trabajar con eso es un desafío: más que venir a trabajar contra eso, lo hago con eso y voy descubriendo cómo motivarlos dentro del proceso, cómo generar más compromiso, que ellos se apropien del proyecto, que acepten que la obra es de todos y no mía.” – relata Lucía llena de entusiasmo.

Violencia y bullyng

Otro aspecto que Lucía resalta es que desde el principio, uno de los temas que surgió con más fuerza y que les interesaba a los estudiantes tratar fue el de la violencia y específicamente el bullying: “A mí me descolocó bastante, porque en los procesos creativos no suelo partir de temas ni de la idea de transmitir un mensaje con la obra. Entonces, fue un desafío enfrentarme a ese interés de ellos.” – explica Lucía y agrega: “Ahora estamos en ese proceso: viendo qué es lo que quieren decir o experimentar y las herramientas que yo tengo para compartir con ellos para que podamos hacerlo juntos de alguna forma.”

Por qué participan

La actividad se desarrolla en torno a la danza contemporánea y se apoya más en la sensación que en la representación. Lucía afirma que lo que enganchó a los estudiantes fue justamente eso: “Que vamos a hacer una obra juntos… Noté que al plantear eso hubo una intriga sobre lo que significa hacer una obra. Por otro lado, la improvisación, que es una herramienta interesante para trabajar con adolescentes, porque permite adecuar las propuestas a lo que les interesa y lo que no.” – concluye.

La obra la presentarán el 10 de agosto, a las 19 hs; en el Centro Cultural La Paloma y toda la comunidad está invitada. 

Imágenes: Laura D´Amico