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gonzález
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Siempre va a haber algunos que clamen para que sigan viniendo los jóvenes, por ejemplo los que construyeron un galpón, lo llenaron de colchones y lo alquilan a USD 300 por día.... Pero la gran mayoría de casas no se le alquilan a grupos de jóvenes. A los restaurantes y comercios no les sirve el turismo joven. A los hoteles y posadas los perjudica...
Los únicos que se benefician son los "hostels", los bolicheros y los fabricantes de bebidas alcohólicas por supuesto. Los demás aguantamos la respiración y esperamos que se vayan. Y mientras, perdimos a los veraneantes de la primera quincena de Enero que SIEMPRE fue la mejor!
Pero aquí el turismo no se planifica, no se toma en serio, no hay quien establezca pautas. En La Pedrera se ha permitido de todo: "hostels" de tabla y chapa en cualquier zona residencial que venden cerveza y tragos y de noche se transforman en boliches; venta de choripán y tortas fritas en la calle principal; toda clase de vendedores ambulantes y pseudo-artesanos que no ganan ni para comprarse un pan, pero pasan aquí todo el verano; un número creciente de ocupantes ilegales (de varias nacionalidades) en Punta Rubia, Santa Isabel y San Sebastián que "no estudian ni trabajan"...
¿Y qué se ha logrado con tanta comprensiva permisividad por parte de los últimos gobiernos de Rocha? que La Pedrera se haya transformado en un potrero de jóvenes alcoholizados, donde ya nadie más que ellos quiere venir, y menos construirse una casa, porque no hay garantías, porque hay muchos robos, mucho desbunde, mucho escándalo...
Y sin embargo, a pesar de todo, hay algo que nadie nos podrá nunca quitar: el maravilloso espectáculo del océano desde la rambla, con sus lunas y sus fabulosos atardeceres. Aguante La Pedrera!