La llegada a departamentos limítrofes de este insecto que mata a las palmeras rápidamente, activó algunas medidas específicas para frenar su avance o, al menos, detectarlo a tiempo. El CURE y el MGAP trabajan en conjunto en varios aspectos: disecciones de palmeras afectadas, cría de las larvas recolectadas para su identificación y uso de trampas de feromonas son las herramientas utilizadas, pero los especialistas apuntan a que la comunidad esté atenta “sería ideal que, si la población detectara alguna anomalía en alguna palmera, pudiera avisarnos para actuar rápido”, dijo a La Paloma Hoy el Ing. Agr. Juan Pablo Burla, entomólogo del CURE quien está a cargo de las investigaciones.