Adriana Pugliese // LPH

Cada edición tiene lo suyo. Y la de este año no tuvo nada que envidiarle a las anteriores. Esta vez, lo que ardió fue una gran Fragata erigida por el artista local Richard San Martín, que contó con la colaboración de algunos voluntarios. La obra destinada al fuego lució durante todo el día sábado como una legendaria embarcación pirata que hubiera encallado al costado del Club Social para entregarse a las llamas.

Esta fue, sin dudas, la edición que más gente convocó. Es difícil calcular el número de asistentes, porque la distribución del público ocupó distintos sectores, pero muchos calculaban que al momento de encender la fogata la cantidad de personas presentes puede haber arañado las 700 personas.

Fuegos artificiales, danza, malabarismos, cuerda de tambores, grupos de amigos y vecinos en torno al fuego compartiendo mates, cervezas, whiskys y la celebración de un evento que ya es parte del calendario del pueblo.

Cuando la Fragata iba convirtiéndose en un cúmulo ardiente y ya costaba imaginar que unos minutos antes había sido esa gran nave de madera, el Club Social fue sede de un baile que duró toda la noche.

La fogata de San Juan pasó por La Pedrera: se quemó el pasado para recibir lo nuevo, para esperar lo que vendrá.

Obra permanente

Según pudo saber La Paloma Hoy, debido a los elogios que generó la fragata creada por Richard San Martín, vecinos de La Pedrera se contactaron con autoridades de la Intendencia de Rocha para gestionar apoyos con el objeto de crear otra fragata de similares características, pero apta para ser utilizada como ámbito de juego para niños. La nave se emplazaría en el Parque de Todos de La pedrera.  

Imágenes: La Paloma Hoy, Noelia Bortolotto y  Magali Allard-Caillaud.