Adriana Pugliese // La Paloma Hoy

La temporada está encima. Luego del último temporal que castigó duramente la costa de Rocha, la mayoría de los puestos de guardavidas de La Paloma y La Pedrera quedaron en malas condiciones o desaparecieron. Esto genera un problema que tiene dos aspectos: la debilidad técnica que sufre el guardavida -al carecer de torre para ver claramente lo que ocurre con los bañistas dentro del agua- y las condiciones laborales precarias que deben afrontar. En algunas playas, los guardavidas están trabajando debajo de las nuevas bases donde se instalarán las futuras casillas y en otras, permanecen toda la jornada con una sombrilla… Algunos se posicionan arriba de médanos para poder observar a los bañistas en el agua…

Debajo de una sombrilla…

La Paloma Hoy dialogó con Juan Zuccoli, Secretario de la Asociación de Guardavidas de Rocha, quien explicó cómo está la situación a partir del 8 de diciembre, fecha en que comenzó oficialmente la bajada a playas de los guardavidas.

”Reconocemos que no son las condiciones en las cuales deberíamos estar trabajando. Igualmente, cada guardavida, haciendo uso de su autonomía técnica, decide lo que tiene que hacer. Nadie está obligado a trabajar debajo de una sombrilla... Esas son decisiones de cada trabajador, porque nosotros desde la asamblea técnica del 26 de noviembre realizamos un plan de contingencia, una medida para brindar un servicio que no es el servicio que se brinda en condiciones normales.” – dijo.

Un hueco entre las torres

Zuccoli explicó que ellos bajan a la playa, al puesto asignado para los guardavidas, y llevan adelante el relevamiento de su torre de vigilancia. Si no hay torre, lo que hacen es un “informe de riesgo” en el que “deslindan las responsabilidades del caso y dejan por escrito en un parte  que entregan a su coordinar  de playa y luego esto es informado a la intendencia. Por ejemplo- explicó Zuccoli - en El Desplayado de La Pedrera hay tres puestos: el puesto del desplayado y el de Punta Rubia 1 y 2. El puesto de Punta Rubia 1, que es la bajada de las Maravillas, no está, se lo llevó el temporal, entonces, un compañero de Punta Rubia va al puesto vecino. El problema es que nos queda un hueco entre las dos torres. Nosotros, de todas formas, prestamos servicio y vigilancia, pero no son condiciones normales. Hoy, por una situación excepcional, están trabajando en condiciones que no son las adecuadas: están con una tela y cuatro palos arriba de un médano, y eso es horrible.” – afirmó.

 “De eso me encargo yo”

La Intendencia se había comprometido con los guardavidas a tener las casillas nuevas instaladas el 8 de diciembre. Pero, las nuevas casillas de la empresa City Containers recién están siendo colocadas en Aguas Dulces y Barra de Chuy, donde el temporal de fines de octubre no dejó ningún resguardo en pie. La Intendencia ya activó un operativo de recambio de torres: de 56 faltaban 26 y ya las empezaron a instalar. Pero montar las plataformas lleva más tiempo. Esto provoca un retraso que ya se hace evidente. A este respecto, Zuccoli dijo: “Nosotros tuvimos una reunión con la Intendencia el lunes y otra el martes. En esa charla, la intendencia dijo que iban a estar las casillas prontas el 8 de diciembre… El problema es que todavía algunos puestos no están en condiciones y otros ni siquiera están… Si bien la solución ya está en marcha, hay un retraso. Esa es la situación. – dijo Zuccoli y aclaró que si bien “no es que la intendencia se esté lavando las manos, o que esté encantada de vernos al rayo del sol, o que nos está castigando por lo que hicimos el año pasado… (se refiere al conflicto que mantuvieron en el comienzo de la temporada)… Zuccoli dijo que “La decisión gremial es la de brindar el servicio de acuerdo al plan de contingencia, mis compañeros de El Desplayado, por ejemplo, no quieren estar conmigo en el puesto, quieren estar arriba del médano con una lona, porque tienen gente bañándose.” indicó y agregó que “el Intendente, Anibal Pereyra, dijo que él se hace responsable, sabemos que es la postura de él. Nosotros cuando le planteamos este tipo de cosas, como que puede haber un accidente fatal, él dice de eso me encargo yo, quédense tranquilos. Pero no podemos…” En este sentido, Zuccoli avanzó diciendo que “hay una distancia tan grande entre la concepción que el Intendente tiene de nuestro trabajo y todo lo que nosotros tenemos para transmitirle, que el año pasado no pudimos (por el conflicto laboral suscitado) y este año empezamos a transmitirle sobre el trabajo desde una óptica técnico profesional y no la reivindicación gremial sobre el trabajador específicamente. Si nosotros mejoramos el servicio, las condiciones laborables también se van a ver beneficiadas.” – señaló.

“Saber cuándo van a estar las condiciones laborales óptimas”

Sobre la posición de los guardavidas, Zuccoli dijo que ellos quieren que les den la fecha específica de “cuándo van a estar las condiciones laborales óptimas en el Ministerio de Trabajo”, porque entienden que tiene que debe haber más garantías en el dialogo para las dos partes: “Es mejor que los temas que refieren a condiciones de trabajo se traten en el ministerio de trabajo y no en reuniones bipartitas.” – sentenció.

A todo esto… el que no espera es el verano. El verano no entiende de tormentas ni de accidentes climáticos. No respeta licencias, almanaques ni cronogramas. El verano llegó y cada día que pasa aumenta la urgencia y la necesidad de brindar, no solo un servicio técnico a la altura de un departamento que pretende mejorar la oferta integral a quienes nos visitan, sino además, las condiciones de trabajo dignas para aquellos que tienen la responsabilidad de llevar a cabo tareas de prevención y rescate en nuestras playas.