11 de abril de 2017
Cazador cazado
Desde la semana pasada, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) junto al Ministerio del Interior viene llevando a cabo algunos procedimientos contra la caza ilegal, teniendo en cuenta el crecimiento de la actividad durante Semana de Turismo.
Los operativos se realizan de modo "sorpresa" en áreas donde, año a año, suelen suceder este tipo de incidentes. Luego que se recibe una denuncia, se avisa al grupo más cercano que patrulla el lugar y se coordina con la policía acudir hasta allí. También se realiza en coordinación con Policía Caminera. También se hacen operativos en las llamadas áreas protegidas. Se tratan de más de una decena de zonas del país que el gobierno busca cuidar por su diversidad biológica y su importancia para el desarrollo económico y social del país.
Para atacar la actividad ilegal, en los últimos días la Dinama lanzó la campaña "Cazá solo fotos" cuyo objetivo es "cuidar la naturaleza". La intención de la campaña es promover el "disfrute del turismo de una manera más acorde con la naturaleza y no depredando nuestras especies naturales y nativa", aseguró Alejandro Nario.
Además de los operativos que se harán en las rutas, esta dirección insta a que se realicen denuncias en el sitio web www.mvotma.gub.uy/denuncias, que este año agrega un apartado particular sobre denuncias relacionadas a la caza de fauna nativa. El año pasado la Dinama recibió unas 60.
"Estamos convencidos que tanto por el cambio cultural como por el aumento del control, va a permitir disminuir esta actividad ilegal", agregó Nario.
Ambientalistas
Cuando se acerca semana de turismo, algunas organizaciones ambientalistas lanzan campañas de información sobre la caza ilegal. En este sentido, Conservación de Especies Nativas del Uruguay (Coendú) lanzó "Denuncias Ambientales UY", una aplicación que busca dar a conocer las normativa, qué significa la caza, qué es la caza regulada y las sanciones en las que puede caer una persona.
En esta aplicación recuerdan que montar una trampa como pegamento o de red se entiende como acto de caza, aún cuando no se hayan atrapado animales.
También indican que en Uruguay se permite libre caza de especies de la fauna silvestre que hayan sido expresamente listados sin requerir un permiso especial. Entre ellas están el jabalí, rata negra de las casas, garibaldino, cotorra común, paloma doméstica, gorrión, crucera, yarará y coral.
Por más que se permite la libre caza, según el artículo 3 del decreto 164/996, la caza está prohibida si se practica de noche, desde vehículos dentro de un radio de tres kilómetros de centros poblados o escuelas rurales, en caminos públicos o sin consentimiento del propietario u ocupante del predio rural.
En cuanto a la caza regulada, hay ejemplares que se permite ejercer la actividad con un permiso, durante cierto período de tiempo y en un período específico del año. Por ejemplo, la perdiz exige el pago de dos unidades reajustables (1974 pesos) que implica cazar 10 ejemplares por día durante un plazo máximo de 15 de actividad a realizarse entre el 1º de mayo al 31 de julio. No puede llevarse a cabo en esta semana.
Al igual que Dinama, Coendú recibe mes a mes un promedio de tres denuncias por caza ilegal. "Mayoritariamente de aves", aseguró Mauricio Álvarez, presidente de Coendú.
Cazadores
Alberto Regusci es uno de los cazadores más famosos de Uruguay. "Es un deporte noble", afirmó.
Según Regusci, las palomas es una plaga que produce pérdidas económicas millonarias porque deterioran los cultivos. "En los viñedos se llegan a comer el 10% de la uva a cosechar", apuntó Regusci, quien las calificó como "ratas voladoras".
En promedio, los cazadores utilizan cuatro cartuchos para poder cazar un ave. Luego de que disparan y la matan, un perro las va a cazar "al vuelo", describió Regusci. Solo logran matar al 25% de lo que tiran.
"Siempre vamos a tener la contra de los ecologistas y peor aún los protectores de animales. Que empiecen por ocuparse de todos los pesticidas y herbicidas que destruyen la naturaleza", opinó.
Wilmar Borad, uno de los cazadores uruguayos más famosos de las últimas décadas, aseguró que uno de los lugares donde más encuentra jabalíes para cazar es en Cerro Colorado, en las estancias de la familia Gallinal.
Caza libre de jabalí, cotorras y pájaro negro
Las especies de "libre caza" son el jabalí, cotorra y el garibaldino. Cuando la Dirección Nacional de Medio Ambiente dice "libre" significa que puede realizarse todo el año, sin límite de ejemplares.
En algunos casos es porque son considerados plaga. Para el jabalí, por ejemplo, en 1982 y para el garibaldino (también llamado "pájaro negro del arroz") en 1991. En cuanto a la cotorra nunca se realizó una declaración formal como plaga aunque el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca ha realizado algunas campañas de lucha contra su aparición masiva en la segunda mitad del siglo XX.
Otras de las especies de libre caza son los ofidios nativos ponzoñozos (crucera, yarará, coral). Sobre estos animales, el Estado no alienta a cazarlos. También especies exóticas urbanas (gorrión, paloma y ratas domésticas).
La caza deportiva y comercial en Uruguay
La perdiz, torcaza, paloma de alas manchadas, paloma de monte, pato (maicero, picaso, cara blanca) y ciervo axis son las especies de caza deportiva que, la Dirección Nacional de Medio Ambiente asegura que existen temporadas anuales y cuotas de ejemplares autorizados para cazar. Según esta cartera, se requiere permiso de caza, personal e intransferible, y establece armas a utilizar.
En cuanto a las especies de caza comercial están la nutria y la liebre. Respecto a la nutria, los permisos deben ser abonados por los propietarios de los campos donde vive la especie. La liebre es un caso "particular" porque es considerada de caza deportiva y comercial.
Ambientalistas vs. Cazadores.
"Nunca se viene con las manos vacías"
"En Coendú (Conservación de Especies Nativas del Uruguay) estamos en contra de la caza de todas las especies nativas (...) El cazador por más que salga de caza por una especie exótica, cuando entra en cacería después va por otras cosas. nunca se viene con las manos vacías. si no se cruza con chanchos va a matar otra cosa. (...) El perro que ingrese a un monte genera un impacto que es real. Un monte que tiene la entrada reiterada de perros hace que la fauna se desplace", señaló Mauricio Larriera, presidente de Coendú.
"Las palomas causan pérdidas"
"Defiendo las cacerías deportivas. Es uno de los deportes más antiguos. La mayoría de las aves que se cazan son plaga, como las palomas, que se calcula en 100 millones de dólares al año por el daño que provocan a los cultivos. Por ejemplo, el girasol se lo comen todo en época de siembra (...) Siempre vamos a tener la contra de ecologistas. Que empiecen por ocuparse de pesticidas que destruyen la naturaleza", dijo Alberto Regusci, cazador de hace más de 30 años
Fuente: El Pais
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