Adriana Pugliese // La Paloma Hoy

La historia de Belén no es sencilla y no es demasiado habitual escuchar a una joven de 16 años hablando con tanta madurez y entereza sobre la problemática adolescente. Sus diferencias físicas le han hecho pasar momentos de zozobra ante la vista de sus pares.

La adolescencia es, quizá, uno de los momento más frágiles por los que atraviesa el desarrollo de una persona y, en ocasiones, se trata de períodos extremadamente sensibles y críticos ante el maltrato del entorno. La vida de Belén fue mutando y pasó de la pesadilla a la esperanza de la mano de su hermana, cuatro años mayor.

El proyecto que inspiró Belén

Belén relató, en diálogo con La Paloma Hoy, que desde muy pequeña la ha pasado muy mal, que fue discriminada por ser diferente físicamente, por tener capacidades especiales… Entonces, eso la desvalorizó muchísimo entre sus compañeros. Le provocó depresión y llegó a intentar autoeliminarse cuando tenía apenas 8 años. Belén, que vive en Barrio Parque, dice que prácticamente no tuvo infancia y señala que su hermana Victoria fue como su madre, su padre, su compañera y su superhéroe. “Fue ella – dijo Belén -quien se enteró del espacio de participación en el Parlamento Juvenil del Mercosur” y lo integró. Y como seguía pasando mal cuando ingresó en el Liceo, Victoria tomó la decisión de hacer un proyecto de las cosas que pasan día a día. “Las cosas que nosotros no vemos o no queremos ver. Y de qué manera se siente una persona diferente a la vista de la sociedad… y ahí empezó todo.” – explicó Belén, quien relató que cuando Victoria dejó el cargo en el Parlamento Juvenil del Mercosur, porque terminó el Liceo, la incentivó a Belén para crear un proyecto, para crecer como joven y demostrar que ella también podía.

“Nos damos cuenta que la juventud se siente deprimida, desvalorizada por el simple hecho de no ser aceptado. A veces, nos enfocamos mucho en lo social y perdemos lo que queremos nosotros mismos…, Entonces, para combatir eso y comenzar a poner un alto a las injusticias y empezar a valorizarnos por lo que somos nosotros”. – relató Belén.

Avanzar sobre seguro

Aquella generación que la castigó por tener otras condiciones, fue la misma que le abrió la puerta a la participación y a una mirada distinta de la vida. En el mes de junio, Belén viajó a Colombia representando a los jóvenes uruguayos que integran el Parlamento Juvenil del Mercosur. Fue elegida por la mayoría de los 18 representantes departamentales y acompañó a otros jóvenes de Argentina y Paraguay. Su idea era presentar un proyecto sobre discriminación en el “Encuentro de experiencias de formación para la ciudadanía latinoamericana”, que se llevó a cabo en Medellín.

Belén contó a La Paloma Hoy cómo vive la experiencia del Parlamento Juvenil: “el ámbito de la participación juvenil es totalmente enriquecedor desde el lado en que lo mires. Es un espacio en donde como joven tienes "voz y voto", donde tienes la oportunidad de llevar grandes cosas a cabo como proyectos. En el Encuentro realizado en Medellín, trabajaron en base a los que los jóvenes colombianos venían desarrollando “el debate, cómo proponer, refutar y terminar una idea apta para discutir”, explicó Belén. El intercambio generó también un acercamiento con los distintos niveles educativos, algo que Belén resalta: “conocimos un poco de la realidad educativa de Colombia, y me doy cuenta de cómo nosotros, a pesar de las quejas, estamos como reyes a nivel de educación media”.

Por su parte, Belén dijo que “El Parlamento Juvenil es algo mágico, es increíble como en convenio con otros 18 chiquilines puedes llevar a cabo muchísimas cosas, y darte cuenta que es para la mejoría de la educación”.

Otros datos

El espacio de participación existe en el Consejo de Educación Secundaria desde el año 2003. En el Parlamento Juvenil del Mercosur participan jóvenes de entre 14 y 18 años a través de elecciones departamentales, postulándose mediante proyectos.

Imagen CES