// La Paloma Hoy //

El 27 de marzo en Playa La Esmeralda, Diego Bianchini, guardavidas de la zona, junto al surfista Willy Martínez, rescataron una tortuga cabezona (Tortuga careta caretta) que estaba varada en la arena. De inmediato, se pusieron en contacto con Andrés Estrades, de la ONG Karumbé, que se dedica al rescate y rehabilitación de tortugas marinas, y el animal fue trasladado al Hospital que la organización posee en Montevideo. Allí mismo, este ejemplar, del que se han hallado algunos que llegan a medir 1,20 metros, fue revisado por especialistas y, según explicó Estrades a La Paloma Hoy detectaron ¨que tenía el síndrome de debilitamiento de tortugas que, básicamente, es una infección a nivel generalizado que se trata con antibióticos.¨ Estrades dijo además que la tortuga “no come, está baja de peso, generalmente con costración de animales marinos en el caparazón” y que se trató “exitosamente con antibióticos, y después decidimos liberarla en La Paloma. Para lo cual, la transportamos con la gente del hostel, por eso agradezco a Nacho Uriarte y todo su personal, a los voluntarios que ayudaron, ya que la tortuga tuvo unos días de rehabilitación en la piscina del hostel, que fue tratada para salinizar el agua. Allí le dimos de comer calamares y estaba respondiendo muy bien, nadando, y ante la inminencia de los frios la liberamos. Se fue espectacular”.

Testigos del futuro

Para liberarla, Karumbé organizó una actividad con instituciones educativas de la zona “es lo que solemos hacer. Fueron invitados alumnos y padres del Caif Noctilucas, también fueron del jardín 106 y el turno tarde de la Escuela 52. Hubo un total de 150 niños, padres y maestros. Los chicos pudieron ver y aprender de la tortuga. Esto está buenísimo, - expresó Estrades - porque es como un llamador a nivel educativo, los gurises quedan enganchados y es mas fácil trabajar temas de ecología y medioambiental en clase, así que en estas próximas semanas el equipo de Karumbé va a ir a las salas clases para ahondar un poco mas en el tema y hablar de qué tipo de tortuga era y otros tipos de acciones.”, subrayó.

Cadena de favores

Mucha gente participa en los rescates, no solo las primeras personas que toman contacto con el animal, sino además, una cadena humana que colabora para que llegue a su lugar de rehabilitación: “queremos agradecer al cuerpo de guardavidas de Rocha, que están siempre en la primera línea de acción, no solo rescatando vidas humanas sino también dando una mano grande con las tortugas. Por el traslado, le agradecemos a la Dirección de fauna de la DINAMA que nos apoyó, ya que Karumbé no cuenta con un vehículo de traslado”, cerró.

De qué se trata

La tortuga cabezona (caretta caretta) es una de las cinco especies de tortugas marinas del Uruguay. Lleva ese nombre debido al relativamente gran tamaño de la cabeza de esta especie. 

Los ejemplares adultos de tortuga Cabezona llegan a medir 120 cm. (largo recto del caparazón), aunque promedio de largo recto del caparazón de esta especie es de 105 cm. Llegan a pesar hasta 200 Kg. pero el promedio es de unos 180 Kg. en ejemplares adultos. 

La especie se encuentra ampliamente distribuida en los mares templados, tropicales y subtropicales de los océanos Atlántico, Pacífico e Indico. A pesar de esto las mayores áreas de anidación de la tortuga Cabezona se dan en la región del Gran Caribe, desde Florida (USA.), pasando por la Península de Yucatán (México) hasta Colombia. Así mimo se han registrado anidaciones tan al sur del continente americano como ser en Brasil. En Uruguay se la encuentra principalmente varada muerta a lo largo de toda la costa Atlántica, así como también se dan interacciones con la captura incidental en aguas territoriales.

La tortuga Cabezona es una especie altamente migratoria, la cual realiza viajes transoceánicos en su etapa de juveniles tempranos, y posteriormente cuando adulto migra desde zonas de anidación hasta zonas de alimentación. Dicha especie se alimenta preferentemente de moluscos y crustáceos así como también de invertebrados bentónicos. 

La tortuga cabezona esta incluida en el Anexo II del Protocolo de SPAW de la Convención de Cartagena. Esta clasificada como especie en peligro por la UICN  (Unión Mundial de la Conservación) y esta incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), que prohíbe su comercio internacional. Por último las tortugas Cabezonas están también incluidas en los Apéndices I y II de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias y en los Anexos de la Convención de Protección de la Vida Silvestre en el Hemisferio Occidental.

Imágenes Leando Borba