Adriana Pugliese // La Paloma Hoy

El sábado 25 de abril, un patrullero y un vecino cruzaron a Claudia Giraldo en la ruta 10, a la altura de Santa Isabel camino hacia el este. Nada les pareció raro. Sin embargo, esa fue la última vez que fue vista. Como si se la hubiera tragado la tierra, no se supo más nada de ella. El lunes  por la noche fue hecha la denuncia en la comisaría 11a de La Paloma. Sin embargo, su búsqueda comenzó unas horas después, primero fueron sus amigas junto a un grupo de vecinos y luego personal de Prefectura y policía.

Claudia tiene 39 años, es de complexión delgada, tiene largos cabellos color negro hasta la cintura y 1,50 de estatura.

Es colombiana, de Calarca, un pueblo ubicado en el Departamento de Quindío, una región cuya geografía es muy similar a Rocha, con calles que terminan en vistas serranas. Quizá por eso, Claudia llegó a Uruguay y pasó unos años viviendo en las sierras de Rocha, antes de recalar hace dos años en Santa Isabel.

Su familia vive aún en Calarca. El jueves pasado se enteraron lo que ocurría.

La última vez que la familia tuvo contacto con Claudia fue el sábado 25 de abril.

Claudia vivía en una casa que cuidaba en la tercera entrada de Santa Isabel. Durante el verano vende empanadas a los turistas en la playa, sin embargo, su profesión es publicista.

Durante los últimos días, las investigaciones se aceleraron. Se hicieron más intensos los rastrillajes en Santa Isabel y zonas aledañas, por montes de difícil acceso, por la playa, y varias personas de su círculo más cercano fueron a declarar a la comisaría, y el próximo lunes deberán hacerlo ante la fiscal que entiende en el caso.

Las autoridades notificaron además a la embajada de Colombia y según pudo saber La Paloma Hoy, personal de Interpol viajó a Chuy para continuar investigaciones.

Último aviso

El lunes 27 de abril, su celular se activó por última vez en la zona del arbolito, un paraje ubicado en ruta 10, a 15 kilómetros al este de Santa Isabel, donde había sido vista por última vez.

En ese paraje se centraron las últimas actuaciones de la policía, viernes y sábado hubo rastrillajes que no arrojaron resultados. 

La desaparición de Claudia es, hasta el momento, un misterio,  una madeja en la que no se encuentra una punta de donde tirar “quedan cosas para hacer todavía, estamos en contacto con la gente de personas ausentes del Ministerio. Vino un equipo a colaborar, ellos están analizando cosas también”, dijo a La Paloma Hoy una fuente ligada a la investigación.

La próxima semana, la búsqueda volverá a centrarse en el balneario donde Claudia vivía “vamos a hacer una búsqueda en determinados puntos de Santa Isabel, una búsqueda mayor, utilizando otros métodos”, dijo la misma fuente, y aseguró que “hay cosas todavía para seguir trabajando. Estamos en contacto con la familia, ellos nos dicen cosas que sirven, ahora falta encontrar una pieza para abrir el juego de lo que pasó”, concluyó.