7 de agosto de 2021
La columna de Coendú: conociendo el Monte parque
Algarrobo. Imagen Pablo Berazategui
Se trata de unos de los ecosistemas boscosos de gran valor paisajístico en Uruguay, aunque es de los más vulnerados, está en franco retroceso y urgen medidas para conservarlo, ya que sólo restan pequeños parches relictuales.
Coendú para La Paloma Hoy
Uno de los ecosistemas boscosos del Uruguay es el bosque parque o sabana, de gran valor paisajístico, donde domina el género Prosopis (Algarrobo y Ñandubay). Es un bosque de escasa altura, con leñosas de amplia copa pero baja cobertura por la distancia entre los árboles dominantes, mayormente espinosos, adaptados a vivir a campo abierto sin depender de cursos de agua. Esto permite asentar un estrato herbáceo resistente a condiciones de sol pleno tipo pastizal o con particularidades florísticas. Este bosque continúa la ecorregión Espinal de Argentina y antiguamente ocupó miles de hectáreas del litoral oeste, en Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro y Soriano.
Garabato, Senegalia praecox. Imagen Pablo Berazategui
Si bien se le suele llamar “algarrobal” por la dominancia del algarrobo negro (Prosopis nigra) y el ñandubay (P. affinis), presenta especies acompañantes de suelos secos como espinillo, tala , molle, cinacina, garabato, espina amarilla, y la cactácea Cereus hildmannianus. Las especies mayormente indicadoras de suelos alcalinos, son el quebracho blanco, la carne gorda, el chañar,y la palma caranday, arbustos como el granadillo y varias cactáceas de los géneros Echinopsis, Opuntia, Frailea, Harrisia y Wigginsia.
Senegalia praecox. Imagen Pablo Berazategui
Entre las herbáceas destacan Dyckia sp, Peperomia comarapana y Sinningia tubiflora. La rara Tripodanthus flagellaris medra sobre los espinillos y la orquídea “flor de patito” engalana los árboles con sus flores amarillas. Al amparo de especies grandes, protegidas del sol y la seca, crecen otras comunes con los cercanos bosques fluviales como las trepadoras Janusia guaranitica, Dolichandra cynanchoides y la epífita Lepismium lumbricoides y árboles como el guayabo colorado y el ubajay. Algunos de sus sectores, crecen sobre suelos con alto intercambio de sales en superficie que dan un color blanquecino, y se denomina blanqueal. Su vegetación es rala, de especies resistentes y muchas cactáceas.
Su fauna asociada presenta gran diversidad de aves. Sus aves típicas aprovechan ramas espinosas para nidos (especies de la familia de los horneros) o troncos para alimentación y vivienda (carpintero del cardón). Abundan las rapaces, registrando raras como el milano y el halconcito gris. Entre los mamíferos, hay especies escasas como el aguará guazú y el puma. Destaca la hormiga isaú (Atta vollenweideri), característica de los blanqueales, quizás extinguida en el norte, que remueve sales y tierra hacia la superficie para construir sus nidos de 4 a 7 m de diámetro, 1 m de altura y gran profundidad, manteniendo las condiciones químicas del suelo del blanqueal.
Ñandubay, Prosopis nigra. Imagen Pablo Berazategui
Es uno de los ecosistemas más vulnerados, está en franco retroceso y urgen medidas para conservarlo, ya que sólo restan pequeños parches relictuales.
Históricamente, especies como los algarrobos han sido muy buscadas para postes valorados por su dureza y duración y a partir de la Ley de Alambrados estuvo en auge de su extracción. También fue explotado para carbón durante las grandes guerras y sufrió el uso ganadero. En los 80 ́ algunos blanqueales se inundaron para formar el embalse de Salto Grande, y otros más lejanos se degradaron por el cambio del nivel de agua en el suelo con la consiguiente pérdida de especies, especialmente de cactáceas.
Hoy su principal amenaza es la extensión de la frontera agrícola. Si un algarrobal no alcanza cierta densidad deja de considerarse bosque y no requiere permiso de corte. Es común la tala ilegal, sobre todo como "agrande" para cultivo. En el norte, el poco bosque conservado es contiguo a cultivos de azúcar y arroz. Con adecuado conocimiento y control, es posible cultivar preservando y hasta regenerando nuestro hermoso bosque en desaparición.
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