Adriana Pugliese // La Paloma Hoy

Salir a caminar por la playa es una de las actividadesmás bellas para quienes tenemos el privilegio de vivir cerca del Océano. Disfrutar del sonido de las olas y contemplar la extensa franja de arena, es muy placentero. Pero no sólo para nosotros, ya que la fauna marina también precisa del remanso que ofrece la playa para retozar al sol y reponer las energías que consumen en sus largos periplos migratorios.

El último ejemplar de la estadística estuvo hace unos días en las rocas de La Pedrera, tomando sol como un turista. Imagen que puede apreciarse  en la foto de portada que ilustra esta nota ,y que fue toamda por Alberto Zorrilla.

Este Arctocephalus tropicalis, llamado comúnmente lobo marino subantártico, es una especie de mamífero pinnípedo de la familia de los otáridos. Pero la sorpresa no fue su aparición, sino más bien, a que no fue el único que nos visitó, según explicó la bióloga Ana Martínez, a La Paloma Hoy “este Lobito suele aparecer en invierno con la influencia de la corrientes de Malvinas. Pero aparecen solamente uno o dos en todo el invierno, y este año ya van nueve que ejemplares que fueron reportados y, en la última semana, fueron dos con pocos días de diferencia. Eso sí es atípico”- señaló.

Foto Alberto Zorrilla

Muchas veces, los motivos de estas apariciones pueden descubrirse a lo largo del tiempo, cuando durante años se estudia el comportamiento de estos animales. En este caso, Martínez cree que una de las probables causas de su aparición, podría ser la falta de alimento en las zonas donde comúnmente esta especie consigue el sustento “mi hipótesis es que hay un tema de comida en el sur que está provocando forrajeos mucho más largos en busca de alimento, y eso puede hacer que estén llegando a nuestras costas. Ellos se reproducen en islas o archipiélagos en el medio del Océano”. 

Mapa de distribución del Lobo subantártico (Arctocephalus tropicalis)

Lo que hacen en las rocas o en la arena es muy simple “salen a descansar en la arena y, muchas veces, huyendo de depredadores. La mayoria está dos días”, dijo Martínez, aunque aclaró que uno de los ejemplares aparecido en Canelones, se quedó en la playa nada menos que 12 días. 

Si bien hoy su situación poblacional es de “Preocupación Menor” (LC-UICN), a escala global y nacional, durante los siglos XVIII y XIX fue cazado por peletería y llevado casi a la extinción. 

Foto Alberto Zoriila

De qué se trata

Según la ficha de COENDÚ, su nombre común indica donde habita (Lobo subantártico), parte sur de los océanos Atlántico, Pacífico e índico, es decir: zona subantártica. Las poblaciones reproductivas se encuentran en 7 islas o archipiélagos. Aproximadamente 400.000 individuos. La isla Gough es el principal sitio reproductivo, le siguen isla Amsterdam y Prince Edward y en menor medida Tristan da Cunha, Crozet, St Paul y Macquarie. 

Hábitat: Marino. Como todos los pinnípedos pasan la mayor parte del tiempo en agua, pero también pasan tiempo en tierra para reproducirse, mudar o escapar de predadores. 

Comportamiento: Se alimentan pelágicamente (mar adentro) de una variedad de peces, cefalópodos y crustáceos. Rara vez cazan pingüinos en isla Amsterdam. 

Reproducción: Se reproducen desde fines de octubre a comienzos de enero. Los machos llegan primero y establecen territorio, los machos se aparean con más de una hembra (poliginia). Las hembras arriban poco después y dan a luz en una semana, las pariciones suelen ser a mediados de diciembre y el apareamiento ocurre a las 8-12 hs después del parto y es seguido por el primero de muchos viajes de alimentación. Mientras sus madres van a alimentarse por varios días las crías quedan en tierra, solas o en grupos de crías. El destete es a los 10 meses de edad. Las hembras se vuelven maduras sexualmente entre los 4-6 años y los machos a los 8 años.