Adriana Pugliese //

Desde hace algunas noches, los residentes y visitantes de las playas de La Paloma se vieron sorprendidos por un fenómeno que, aunque suele ocurrir en esta época del año, no deja de impactar. Pese a lo que muchos creen, no se trata de noctilucas, sino de otra bioluminiscencia: Alexandrium fraterculus.

 Un espectáculo de la naturaleza

El efecto visual es sorprendente. Parados en la orilla, a pocos metros de la rompiente, la espuma se deja llevar y se tiñe de un color azulino. El hecho de que las olas sean las protagonistas tiene un porqué: "La bioluminiscencia es un fenómeno común a varias especies de dinoflagelados (componentes del fitoplancton). Estos cuentan con un sistema de iluminación luciferin (sustrato) luciferasa (enzima) que se activa con el movimiento", cuenta Ana Martínez bióloga de la Dirección de Recursos Acuáticos (DINARA) en el puerto de La Paloma.

Parecen, pero no son...

Noctiluca scintillans es el caso más típico pero no es el único: "en este caso el responsable de esa bioluminiscencia es Alexandrium fraterculus, mismo responsable de teñir de rojo el agua en los sitios de mayor densidad. Agua roja en el día, fosforescente en la noche", explica Martínez, y aclara que "este dinoflagelado no es tóxico”.

En marzo de 2015 Ana Martínez de Dinara, analizó una muestra de agua tomada de La Paloma, y descubrió que Alexandrium fraterculus era el responsable de la luminiscencia.

En ese momento, muchos surfistas se habían quejado por la picazón en los ojos provocada por el contacto con el agua de mar, algo que Martínez se lo adjudicó a "las altas densidades de organismos (manchas) que producen grandes cantidades de sustancias, causantes de la irritación en los ojos."

Un evento bello y común

Las floraciones de Alexandrium fraterculus son frecuentes en verano- otoño en nuestra costa.

Una de las preguntas que se hacen quienes tienen la oportunidad de apreciar el fenómeno, es cómo saber a simple vista si se trata de Noctiluca scintillans o Alexandrium fraterculus. Según Martínez: “difiere la intensidad y el color de la luminiscencia, uno es azul y el otro verde: “fraterculus es azulado porque el azul es el color que más se transmite en el océano abierto, en cambio en las partes costeras someras por el aumento de la turbidez se transmite mejor el verde y Noctiluca es costera”, puntualizó la bióloga.

Las imágenes fueron tomadas en Playa Serena y Los Botes por Laura D'amico y Javier Martínez. 16 y 17 de marzo de 2017