Por Adriana Pugliese // redacció[email protected]

En otra muestra de desmedida ambición económica y cultura depredadora, mientras el Parlamento analiza un proyecto de ley que fija nuevas condiciones legales y tributarias para lo que se define como Minería de Gran Porte, Aratirí, la empresa que pretende extraer 18.000 toneladas de hierro al año y por la que se redactó la ley, anunció su rechazo al proyecto  y no asegura la inversión.

Simultáneamente, el presidente José Mujica formalizó ayer su ofrecimiento a Aratirí para que sea socia del Estado en el emprendimiento.

Mujica anunció ayer por la mañana, mientras visitaba las obras de la pastera Montes del Plata en Conchillas, que se reuniría en la tarde con "el dueño del circo" del proyecto Aratirí. "O lo sacamos o no", dijo enfáticamente, haciendo hincapié en que el país debe definir si incursiona en la actividad minera de gran porte, tema que ha generado resistencias por parte de productores y comunidades que se encuentran en estado de alerta por los graves daños al medio ambiente que ha ocasionado esa actividad en diversos países.

¿QUERÉS SER MI SOCIO?

Mujica precisó que le plantearía a Aratirí que el Estado quiere ser "socio" del proyecto. "Para dar garantías” explicó, con la evidente intención de simular el duro revés de la empresa.

Según Aratirí, la empresa  tiene en marcha un proyecto por el que prevé invertir US$ 3.000 millones para extraer y exportar unas 18.000 toneladas de hierro anuales. Con el nuevo marco jurídico que analiza el Parlamento, el Estado podría recaudar entre US$ 500 y US$ 1.500 millones (según el valor internacional del hierro) por año en un plan a 30 años.

¿EL DUEÑO DE CASA IMPONE CONDICIONES?

El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, dijo que la condición para dar luz verde a Aratirí es que "el emprendimiento debe dejar al país lo máximo posible de resultados favorables en materia económica y social para la población, los trabajadores y la economía nacional".

Algo que parece no interesarle a los empresarios mineros, aunque Brenta siguió en la misma línea: “Para el país, todos son pro si hacemos las cosas bien. Eso significa tener las garantías de la seguridad, no queremos inversiones a cambio de vidas y al mismo tiempo que nos deje la mayor variedad de capacidades para nuestros trabajadores. Formación y capacitación profesional para enfrentar desafíos", sostuvo.

“NO ME TOQUES EL DINERO”

Las bases generales del proyecto de ley que analiza el Parlamento para la "Minería de Gran Porte" fueron redactadas en una comisión interpartidaria en la que se tomó como base la inversión de Aratirí. Sin embargo, la empresa minera presentó  ayer sus fuertes cuestionamientos hacia el nuevo marco legal y dijo que tampoco asegura estar dispuesta a realizar la inversión.

El proyecto de ley define lo que considera como "Minería de Gran Porte" y establece una escala de aportes por concepto de adicionales al IRAE que pueden llegar hasta el 50% de las rentas.  Aratirí le sugiere al Parlamento que se "gradúe" la definición de Minería de Gran Porte, que para el Poder Ejecutivo es todo aquel emprendimiento que se realice sobre una superficie superior a las 400 hectáreas y con una inversión y valor anual de comercialización de US$ 100 millones.

También plantea una ley "para toda la minería", un contrato independiente de la concesión, plazos hasta el agotamiento del recurso y "mantenimiento de las reglas de juego".

En resumidas cuentas: quieren pagar lo menos posible en impuestos mientras extraen la riqueza minera del país, operando en una actividad que puede acarrear tremendas consecuencias para el medio ambiente, las poblaciones cercanas y los campos productivos. Los empresarios mineros parecen cantar con Serrat: “Bien me quieres, bien te quiero… ¡No me toques el dinero!”