El presidente José Mujica manifestó que las críticas “de fondo” a los proyectos mineros que impulsa el gobierno se deben a que “el trabajo de minería paga el doble y el triple de lo que se paga en ganadería”, lo que obligaría a los sectores rurales a aumentar los salarios de los peones, según manifestó en su audición semanal de M24.

“Ahora, cuando el Uruguay puede hacer inversiones importantes en minas de cielo abierto, aparece la ojeriza y uno rasca y rasca… Y qué cosa curiosa. Qué poder cultural tiene la ganadería extensiva en el Uruguay. Porque en definitiva el trabajo de minería paga el doble y el triple de lo que se paga en ganadería”, comentó.

“Este es el gran factor que termina alterando la paz”, agregó el presidente. “Hay intereses que se sienten agredidos porque le encarecen mucho la mano de obra. En esas regiones donde aparece una mina importante hay que pagarles mucho más a los peones, sino no hay peones. Esa es la causa de fondo, no la única”, señaló.

El mandatario recordó que cuando fue senador vistió la mina de oro y plata de Cuñapirú, en Rivera, y destacó los trabajos ambientales que se habían hecho en la zona, como cambiar el cauce de un arroyo y plantar árboles “nativos”.

“Mi preocupación era lo que ganaba la gente que trabajara (…) los trabajadores comunes y corrientes. Y me enteré que ganaban el doble y el triple que otras actividades rurales pagaban en la zona”, comentó.

Mujica destacó también que es una “preocupación sana” al referirse a los que cuestionan el impacto ambiental de las minas. “Esa no es una preocupación como para no tenerla en cuenta”, comentó. “Porque es cierto que la minería en el mundo ha hecho mucho estropicio cuando existen gobiernos benignos que no le ponen condiciones y la dejan trabajar donde lo único que interesa es la masa de rentabilidad”.

Pero indicó que a la minería se le puede poner “condiciones” para “mitigar” su impacto en el medio ambiente. “El hombre puede hacer estas cosas y puede preservar el medioambiente”.

“Terminado el proceso minero, se puede rellenar estas canteras gigantescas y es posible hacer una siembra de bosques en ese relleno e ir recobrando la naturalidad. Si no se tiene legislación o no se hace cumplir, naturalmente, los empresarios persiguen su mayor tasa de ganancia y las coas que tienen que ver con mitigar los efectos de un gran esfuerzo  cuestan y quitan rentabilidad a estos esfuerzos”, expresó.

“La actitud no es decirle no a la explotación y al progreso. Hay que decirle sí y hacer las cosas bien (…) Es idiota teniendo una riqueza tratar de no multiplicar los efectos de esa riqueza para hoy”, sostuvo.

El presidente expresó que “quisiera” que el pueblo uruguayo se “preocupara” por todos los puntos de la ley de minería.

También señaló que quienes vuelen por la zona de Montevideo podrán ver el suelo como “si estuviera todo careado” por las canteras de granito, pedregullo y tosca que quedaron sin rellenar. “Y nadie a se ha preocupado por el destino final de eso”.

“Cuando se pone en jaque el precio del valor medio del salario que se paga en las estancias ganaderas, entonces si vienen los gritos. Se inflan las venas del ecologismo, porque en definitiva lo que hay es una lucha de intereses. Si no hay actividades mineras o forestales en el interior rural, naturalmente los salarios van atender a despreciarse”, comentó.

“Y es una ventaja tener mano de obra barata, pero al país le conviene que el valor de la mano de obra vaya subiendo”, agregó. “No podemos razonar con el egoísmo de algunos pocos que entiende que necesitan mano de obra barata para amputar las posibilidades de desarrollo del país”.

Mujica explicó que si se utiliza el “3% o 4%” del territorio en minas, “es capaz de multiplicar largamente el valor que genera la ganadería en ese territorio”. “Cuando juntamos los beneficios que recibe el Estado más la eventual masa salarial de trabajadores uruguayos que se van a volcar en algún esfuerzo, nos encontramos que esa suma de valor supera largamente y con creces el valor de la tradicional actividad de lo que es la ganadería en un departamento común y corriente de los que tiene el país”.

“¿Quiere decir que tenesmo que abdicar de la ganadería, dejar de plantar nosques, dejar las arroceras? No. Quiere decir que tenemos que hacer y organizar el territorio con la existencia de todos, incluso de la minería”, señaló.

Tiempos electorales

El presidente expresó que este tema “debería ser una discusión adulta”, pero agregó que “no lo va a ser” porque se está “en tiempos electorales”.

“Aquellos que impulsaron la mina de Cuñapirú y se desarrollo sin reparo, ahora tienen toda clase de reparo. Porque ayer eran gobierno y hoy están en la oposición. Quisiera que estas cosas se empezaran a razonar con un sentido de patria y no con un sentido partidario. Creo que es la peor opción”, explicó.

El presidente admitió que en su momento tuvo algún “reparo” con la forestación, la cual “ha creado algún problema” pero –según dijo- son “mínimos al lado de los beneficios” que trajo a Uruguay.

“Los problemas que toda actividad nos pueden traer hay que tratar de mitigarlos y ponerlos en el platillo con las conveniencias y medir dónde está lo que más nos conviene y dónde mitigamos algún perjuicio”, comentó. “Lamentablemente los tiempos electorales hacen perder racionalidad”.

Fuente: El Observador