#CONOCER #RESPETAR #PRESERVAR
6 de diciembre de 2020
Estos lobos no aúllan
Imagen Tripadvisor.es
¿Sabías que los primeros habitantes de nuestro territorio se podrían haber alimentado de lobos marinos? Con la llegada de los españoles se utilizó el lobo para alimentarse, se usaron además su piel y sus colmillos. El aceite de Lobo Marino era utilizado para iluminar las calles de Maldonado en la Colonia, por ejemplo. Esto y mucho más te lo contamos en la columna de SO.CO.BIO.MA. para La Paloma Hoy.
La columna de SOOBIOMA // La Paloma Hoy //
Nuestro país tiene la población de Lobos marinos más grande del continente. En su mayoría ubicados en Maldonado, en Isla de Lobos, y un número menor en las islas oceánicas de Rocha.
Estos geniales nadadores pertenecen a la familia de los Pinipedios, parientes cercanos de las focas se caracterizan por desplazarse usando sus cuatro miembros o aletas, a diferencia de las focas y los elefantes marinos que realizan un movimiento serpenteante para poder desplazarse. Existen dos especies distintas de lobos marinos, con costumbres muy distintas.
El león marino (Otaria flavescens) es el lobo de mayor tamaño, pudiendo llegar a pesar el macho hasta 350 kg. Se caracteriza por desarrollar una gran melena que le da el nombre común a su especie. Las hembras pueden pesar hasta 150 kg. Su población es notoriamente menor que la del lobo fino, (se calcula entre 15 mil y 20 mil individuos ) en nuestro país su número ha descendido a lo largo de los años al punto que el Gobierno por medio de la Dinara resolvió prohibir su extracción para cualquier fin. Se alimenta cercano a la costa, puede bucear hasta 1300 metros de profundidad. En diciembre es su temporada reproductiva, los cachorros nacen entre enero y febrero, de color negro oscuro, de pequeño tamaño, aproximadamente 5kg. Los cachorros nacen sin saber nadar, se alimentan de leche materna hasta los 8 meses en que la loba comienza a enseñarles a pescar. Durante los fuertes temporales del verano es muy común que muchos cachorros caigan de las rocas al mar, y aparezcan muertos o perdidos en la costa. Estos hechos naturales han ocurrido durante toda la existencia de los lobos marinos. Es prácticamente imposible que se vuelva a encontrar con su madre, por lo que sus posibilidades de sobrevivir son muy limitadas. El cuidado de un cachorro huérfano demanda mucha atención, es un proceso largo que llevara 7 a 8 meses aproximadamente. Ya que el objetivo de todo proceso de rehabilitación es recuperar física y emocionalmente a los individuos. Sin duda lo más difícil de toda esta tarea es tratar de criar un individuo independiente que no se vincule con la especie humana. Con frecuencia están golpeados por las fuertes olas, o con agua en sus pulmones. Sumado a esto el que se logre adaptar a la leche sustituta, al stress de ser huérfano y posteriormente enseñarle a nadar, y finalmente a alimentarse por si sólo para poder ser liberado es todo un desafío para cualquier Centro de rehabilitación.
Esta especie se caracteriza por seguir a los barcos pesqueros y mismo capturar y comer presas de sus artes de pesca. El resultado de esta activa interacción, ha generado con mucha frecuencia serios conflictos con los pescadores artesanales. Los cuales suelen tomar medidas directas contra los leones marinos. Ambos, pescador y lobos vienen siendo víctimas de la sobre explotación de los peces por grandes buques, con banderas extranjeras la mayoría de las veces.
Los leones marinos a pesar de su gran tamaño son más dóciles que los lobos finos, y durante años eran muy atractivos para ser vendidos a parques acuáticos. Hoy en día ya no está permitido. Además que los principales compradores dejaron de interesarse debido a que pueden ser portadores de Tuberculosis. Este hecho sumado a un cambio de conciencia, y a la disminución de la población en nuestro país llevo a que ya no se comercialicen.
Los lobos finos, también conocidos como lobo de 2 pelos (Arctocephalus australis) es un lobo de porte menor que el león marino. Pudiendo pesar el macho adulto 180 kg y la hembra hasta 50 kg. Su población es abundante, se calcula en 300.000 individuos, por lo que su estatus es de preocupación menor. Al igual que el león marino está distribuida entre la Isla de Lobos y las Islas de Rocha. En las Islas Rasa, Encantada e Islote (grupo de Islas de Torres) cercanos a la costa de Cabo Polonio y en la Isla del Marco (perteneciente al grupo de Islas de Castillo Grande) al Sur Oeste de la desembocadura del Arroyo Valizas. Se alimenta de Anchoita (Engraulis anchoita), Merluza (Merluccius hubbsi), Corvina (Micropogonias furnieri), Pescadilla (Cynoscion striatus), Calamar (Loligo brasiliensis), Calamarete (Illex illecebrosus argentinus) y Camarón (Penaeus paulensis).Se los ha encontrado hasta a 100 millas de la costa en viajes de alimentación. Su temporada reproductiva comienza a fines de octubre, tienen sus cachorros en diciembre. Permanecen con su madre un tiempo variable, pudiendo llegar de 8 meses a 1 año.
Tanto a los lobos finos como al león marino les gusta reposar al Sol por horas tanto en la arena como en las rocas. Pueden estar varios días sin comer, incluso los cachorros pueden estar sin alimentarse varios días mientras la madre sale en busca de alimento. Por lo general no toman agua, aunque se los ha visto en la Isla tomar agua de lluvia de los charcos. Como alimento vivo, peces.
Una historia de explotación
Por estudios arqueológicos se sabe que los primeros habitantes de nuestro territorio se podrían haber alimentado de lobos marinos. Con la llegada de los españoles se utilizó el lobo para alimentarse, se usaron además su piel y sus colmillos. El aceite de Lobo Marino era utilizado para iluminar las calles de Maldonado en la Colonia. Entre 1873 a 1900 se faenaron 454.500 animales. Las matanzas continuaron sin registros en manos de particulares hasta que en 1922 paso a ser potestad del Estado Uruguayo, cuando se creó el Instituto de Pesca. Con el paso del tiempo y la caída de los mercados interesados en las pieles de los lobos se dejaron de faenar desde 1991.
Es deseable que nuestro país se beneficie una vez más de tener esta población de lobos marinos tan abundantes por medio del turismo ecológico. Desde la observación respetuosa de estas especies tan carismáticas.
Que podemos hacer si nos encontramos con un lobo:
Dejarlo descansar, les gusta estar al Sol, les gusta estar secos. Pueden pasar más de un día sin entrar al mar.
No alimentarlo, ellos buscan su propio alimento, que son peces vivos.
Cuidarlo de los perros, si bien son animales aparentemente tranquilos pueden reaccionar mordiendo. Los perros por otro lado pueden lastimarlos.
Observarlo de lejos en busca de heridas o restos de plásticos o redes.
Contactar a SOCOBIOMA: 092 727 317
Red de varamientos
Desde hace mas de 3 años varias organizaciones y personas de la Universidad de la República crearon la red de varamientos. Entre los objetivos de la misma se encuentra el establecer protocolos para nuestro país referente al manejo adecuado de los lobos marinos en la costa. La red de varamientos lleva un registro tanto de los lobos marinos muertos como vivos que aparecen en la costa gracias a los avisos que envían las personas.
COMPARTIR:
Notas Relacionadas
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!