Por Joaquín Aldabe: Docente e investigador del CURE-Universidad de la Repúblican / MSc, Lic. en Ciencias Biológicas / Investigador del sistema nacional de investigadores / Especializado en Ecología de aves aplicada a la conservación

Continuando nuestro viaje por las áreas de importancia para la conservación de las aves a nivel internacional (IBAs, por sus siglas en inglés), volamos al departamento de Salto. Allí, extensos pastizales naturales se despliegan sobre suelos rocosos y superficiales, conformando un paisaje único, dominado por vegetación herbácea, con escasos árboles. Este ecosistema único en Uruguay se sostiene en los suelos basálticos, formados por lavas volcánicas millones de años atrás. 

La IBA se denomina Campos del Tapado, en referencia a la Estancia El Tapado. Esta estancia es un símbolo de la conservación en Uruguay, debido a los notables esfuerzos de conservación de una de las dos poblaciones de venado de campo que hoy día subsisten en nuestro país. 

La especie de ave que más destaca en este lugar es la loica pampeana, de unos 20 cm de tamaño. Esta especie, similar al pecho colorado, está en serios problemas de conservación debido a la pérdida de hábitat de pastizales. 

 Loica pampeana. Imagen Francisco González Táboas

El pecho colorado es un ave mucho más abundante que la loica pampeana, y tiene una coloración negra más intensa en la zona dorsal (la espalda), el pecho de un rojo más vivo, y la ceja más blanquecina. Además, la loica pampeana tiene, a diferencia del pecho colorado, un punto rojo en el extremo anterior (frente) de la mencionada ceja blanca. 

Pecho colorado. Imagen Fernando Farías.

La loica pampeana es endémica de Uruguay y Argentina; esto significa que habita solamente en estos países, en todo el mundo. Hace varias décadas, esta especie fue registrada en la mayoría de los departamentos de Uruguay. Posiblemente los grandes cambios en los usos del suelo que han ocurrido en Uruguay han restringido a esta especie a los pastizales del basalto.

Aunque no se descartan otros factores que hayan influido en esta reducción notable de su distribución espacial (la distribución espacial de una especie es dónde se la suele observar de manera regular) como el parasitismo de cría por parte del tordo. El parasitismo de cría es un comportamiento en el cual la hembra de la especie parasita (en este caso el tordo) deposita sus huevos en nido de otra especie, denominada el hospedador. Los pichones nacen y son alimentados por sus “padres adoptivos”, ¡sin su consentimiento! Se estima que hoy día contamos con solamente 200 individuos de la loica pampeana en todo nuestro territorio. 

La loica pampeana, al igual que muchas de las aves de pastizal, se alimenta de insectos y semillas, que obtiene del suelo entre la vegetación herbácea. Para localizar su alimento selecciona zonas de pasto corto, que permite detectar sus presas con mayor facilidad. Sin embargo, para nidificar, utiliza sitios con vegetación un poco más alta, que ayudan a que los nidos pasen inadvertidos por depredadores como culebras, zorrillos y tatúes, entro otros posibles depredadores. 

Loica pampeana. Imagen William Medina.

Otras dos especies que habitan los campos del Tapado son la cachirla dorada y el cardenal amarillo. La cachirla dorada es una pequeña ave, insectívora también, que utiliza únicamente pastizales cortos tanto para alimentarse como para nidificar. También está amenazada a nivel internacional.

Cachirla dorada. Imagen Joao Gava.

Existen varias especies de cachirlas, todas muy parecidas entre sí, lo que hace muy difícil su identificación. ¡Aunque no imposible! Con la ayuda de unos buenos binoculares, guías de identificación de especies y una buena cámara de fotos, podemos llegar a aprender a diferenciarlas. Por supuesto, paciencia y dedicación mediante. Hay muchas cachirlas en los pastizales cortos que rodean nuestra Área Protegida Laguna de Rocha. ¡Anímate al desafío de saber qué especies son!